La educación especial o educación diferencial es aquella destinada a alumnos con necesidades educativas especiales debidas a superdotación intelectual o bien a discapacidades psíquicas, físicas o sensoriales. La educación especial en sentido amplio comprende todas aquellas actuaciones encaminadas a compensar dichas necesidades, ya sea en centros ordinarios o específicos.
Aunque la atención educativa a personas con deficiencias sensoriales (generalmente auditivos y visuales) se viene prestando en España desde el siglo XVI, la adopción legal del término educación especial es reciente y ha venido a sustituir a otros aún vigentes en ciertos países de Hispanoamérica, como defectología, que tiene evidentes connotaciones negativas.
En los últimos años del siglo XX se ha propuesto en España y en otros países la sustitución del término educación especial por el de necesidades educativas especiales, siguiendo las recomendaciones del informe Warnock, publicado en 1978 y difundido a lo largo de la década siguiente. Esta nueva definición supone hacer énfasis en la concepción de la educación básica como un servicio que se presta a la ciudadanía para que alcance sus máximas potencialidades y por tanto en la obligación del sistema de proporcionar apoyos y medios técnicos y humanos para compensar los déficits del alumnado en el acceso a los aprendizajes básicos imprescindibles para afrontar la vida adulta.
!FELIZ SEMANA A TODOS!
















Hay dos frases que todo padre o madre pronuncia alguna vez a lo largo de la vida académica de sus hijos: “no quiero que esto acabe en fracaso escolar” y “no trabaja de manera autónoma”. Sin embargo, se nos olvida concretar qué es eso del fracaso escolar. ¿Un aprobado justo tiene el mismo valor en todos los niños o incluso en todas las asignaturas o incluso con todos los maestros o profesores?... Queremos que nuestros hijos estudien de manera autónoma lo antes posible pero ¿hemos dedicado tiempo a enseñarles cómo se estudia?.
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